Franz Kafka
Nació en Praga, Austria-Hungría, el 3 de julio de 1883. Escritor checo
que realizo su obra en lengua alemana. Nacido en el núcleo de una familia acomodada
perteneciente a la minoría de comerciantes judíos, sus padres eran Hermann
Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1856-1934). Tuvo tres hermanas menores Elli,
Valli y Otla y habían muerto otros dos hermanos mayores en sus primeros años de
vida. Posteriormente sus tres hermanas morirían, durante el período nazi, en
los campos de concentración alemanes. El niño y joven Franz Kafka creció
rodeado por el ambiente cultural alemán. Pronto empezó a interesarse por la
mística y la religión judía, que ejercieron sobre él una notable influencia y
favorecieron su adhesión al sionismo. Su padre le agobiaba de una manera
extenuante, a tal punto que en “Carta al padre”, escrita en 1919, expresa sus
sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno.
Deseaba emigrar a Palestina pero su plan se vio frustrado en 1917 al
padecer los primeros síntomas de tuberculosis, su enemiga mortal. A pesar de la
enfermedad, de la oposición por parte de su familia hacia su trabajo como
escritor, de sus cinco matrimonios fracasados y de su empleo de burócrata en una compañía de
seguros de Praga, Franz Kafka logró sobreponerse a las adversidades y se dedicó
intensamente a la literatura. Sin embargo consiguió un doctorado en derecho.
En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, “Meditaciones”,
que reunía partes de su diario personal, fragmentos en prosa con una inquietud
espiritual profunda y un estilo totalmente innovador hasta la época, que a la
vez era lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro no alcanzó un éxito
más allá de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales; con las
demás obras publicadas sucedería algo similar.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un
noviazgo con Felice Bauer en el había depositado todas sus esperanzas, una
joven alemana de la que se enamoró y pretendió entre 1912 y 1917 (puede
observarse en sus “Cartas a Felice”, publicadas en 1967 después de la muerte de
ésta última), comenzó una etapa productiva y fértil en su carrera literaria.
Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió “El proceso” (1914), “La metamorfosis”
en 1913 y “La condena” de 1912, además publicó “El chófer”, que haría parte posteriormente
de su novela “América” de 1913, también dio a conocer “La colonia penitenciaria”,
una fantasía acerca de las cárceles y las torturas, en 1914 y el volumen de
relatos “Un médico rural” en 1919.
Trabajó de 1908 a 1917, en una compañía gubernamental de seguros
contra accidentes de trabajo hasta que su enfermedad asesina, la tuberculosis,
le obligó a abandonarlo. Posteriormente intento reponerse junto al lago de
Parda y después en Meramo, hasta que en 1920 se vio obligado a internarse en el
sanatorio de Kierling, cerca de Viena. Poco tiempo después, fijo su morada en
una casa de campo, la que fue testigo de la escritura del libro “El castillo”
en 1922; al año siguiente Kafka tuvo el placer de conocer a la escritora checa
Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve romance y una abundante
correspondencia, que no publicada hasta el año de 1952. El último año de su fantasía
vívida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el verdadero amor que había
anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza.
Kafka aprovecho sus amargas experiencias y las refleja en el pesimismo
irónico que caracteriza su obra, con un estilo que va desde lo fantástico de
sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se
consigue captar ni el principio ni el fin. Generalmente sus personajes son
designados con una inicial, son sacudidos y amenazados por instancias ocultas. Siendo
así que su elenco jamás llegará a entender ni encontrar la causa que los
condujo a una nueva aventura, plagada de imaginación y una pizca de realidad.
Aparte del alemán, dominaba el checo, francés, latín, griego y el
hebreo. La influencia e impacto de su obra ha sido tan significativa que el
término kafkiano se aplica a
situaciones sociales angustiosas o grotescas, o a su obra literaria.
En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más
destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y
lucidez. Ese mundo de sueños y pesadillas, que describe paradójicamente con
un realismo minuciosamente tratado, se encuentra presente incluso desde su
primera novela corta, “Descripción de una lucha” (1904), que apareció temporalmente
en la revista Hyperion, que dirigía Franz Blei. Su estilo mezcla con
naturalidad la fantasía y la realidad, dando a su obra un aire de cambio y
original; es comúnmente asociado con la filosofía.
Los elementos fantásticos o absurdos (como lo desee ver el lector), por
ejemplo: la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa
en “La metamorfosis”, introducen en la realidad más cotidiana aquella
distorsión y fantasía que permite desvelar su propia y más profunda
inconsistencia, un método que en algunas ocasiones se ha llegado a considerar
como una especial y literaria reducción
al absurdo.
130 años de Franz Kafka (Doodle) |
Un dato curioso es que sus obras literarias nos han llegado en contra
de su voluntad, pues éste antes de morir, le ordenó a su íntimo amigo y
consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos.
Constituye uno de los autores cumbres de la literatura alemana y de los más
influyentes e innovadores del siglo XX. Su originalidad irrefutable y el
inmenso valor literario de su obra le han valido para obtener una posición
privilegiada, podríamos decir que mítica, en la literatura contemporánea.
A pesar de todo a la edad de 40 años, el 3 de junio de 1924 se declara que Franz Kafka
abandonó esta vida para visitar su mundo fantástico e imaginario, un viaje que
sería eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario