José Saramago
José de Sousa Saramago nació en
Azinhaga, Portugal un 16 de noviembre de 1922. Antes de sentir el llamado de la
literatura trabajó en diversos oficios, desde cerrajero o mecánico, hasta
editor. Por allá en 1947 publicó su primera novela, "Tierra de
pecado", que luego fue reeditada en Portugal. Pese a las críticas que
recibió, el autor decidió permanecer sin publicar nada más de veinte años
porque, según decía: “quizá no tenía nada que decir”. Sin embargo, a finales de
los sesenta salió a la luz con dos libros de poemas: "Os poemas
possiveis" y "Provavelmente alegría" (parte de un ciclo que
completaría en 1975 con "O ano de 1993"). La demora en la publicación
de sus textos es quizá el motivo por el que numerosos críticos lo consideran un
“autor pausado”. Pero más importante es que Saramago es dueño de un mundo
propio, meticulosamente creado, libro a libro, y su obra lleva muchos años
situándolo en el primer plano literario de su país.
Ya sus primeras publicaciones
en prosa "Manual de pintura y caligrafía" (1977) y "Alzado del
suelo" (1980), lo acreditan como un autor de indiscutible originalidad,
por su controvertida y única visión de la historia y de la cultura. Su novela “Levantado del suelo” (1980)
cuenta los sucesos de varias generaciones de campesinos del Alentejo. No fue su
primera novela pero sí la que supuso su primera consagración después de que “Manual
de pintura y caligrafía” rompiera en1977 un silencio de casi 30 años.
Sin embargo, el reconocimiento de
talla internacional le llegan con la aparición en 1982 de su ya legendaria
novela "Memorial del convento", a la que siguió "El año de la
muerte de Ricardo Reis". En esta, su precisa y sentimental indagación del
universo de Fernando Pessoa se convierte casi de inmediato en una obra “de
culto”, que traspasa las fronteras. El trabajo narrativo de José Saramago vive
eternamente de un gran éxito y admiración y cada nuevo título va confirmando:
"La balsa de piedra" (1986), "Historia del cerco de Lisboa"
(1989), "El evangelio según Jesucristo" (1991), "Casi un
objeto" (1994), "Viaje a Portugal" (1995) o "Ensayo sobre
la ceguera" (1996). Todos estos textos, que son obras magníficas aunque han
generado gran polémica, consagran a José Saramago como una de las principales
figuras de la literatura del presente siglo y de la literatura de todos los
tiempos.
Distinguido por su labor con
numerosos galardones y doctorados honoris causa (por las Universidades de
Turín, Sevilla, Manchester, Castilla-La Mancha y Brasilia), José Saramago ha
logrado un complemento entre sus viajes y su labor literaria con su amor a
Lisboa y sus estancias en Lanzarote, los dos lugares en los que residía
alternativamente y donde llevaba adelante su búsqueda artística de todo aquello
que la historia no recoge.
Ha recibido el Premio Camoes,
equivalente al Premio Cervantes en los países de lengua portuguesa.
La publicación en 1995 de
Ensayo sobre la ceguera, el relato de una epidemia que convierte en ciegos a
los habitantes de una ciudad. Novelas como “La caverna”, “El hombre duplicado”,
“Ensayo sobre la lucidez” o “Las intermitencias de la muerte” llevan al terreno
narrativo reflexiones sobre el consumo, la sociedad de masas, el sistema
democrático o la idea de la muerte. Muchas de ellas parecen nacidas de una
pregunta: "¿Qué pasaría si?" Si la gente votase masivamente en blanco
en unas elecciones, si alguien decidiese vivir al margen de la economía
capitalista, si se encontrasen dos hombres totalmente idénticos. Otra de esas
preguntas era qué pasaría si la gente dejase de morir. José Saramago sabía que
había cosas que sólo suceden en la imaginación crítica de un escritor de novelas.
Su última novela, "Todos
los nombres", ha figurado en las listas de los libros más vendidos desde
su publicación en enero de 1998.
El escritor portugués y Premio
Nobel José Saramago abandonó la pluma al caer y romper un ciclo que duro 87
años. El autor de “La balsa de piedra”
fue poeta antes que novelista de éxito y
antes que poeta, pobre. Unido el periodismo a esos otros tres factores
(pobreza, poesía y novela se entenderá la fusión entre preocupación social y
exigencia estética que ha marcado la obra del único Premio Nobel de la lengua
portuguesa hasta hoy. En 1998, el máximo galardón literario del planeta
reconoció a un hijo de campesinos sin tierra que había nacido en 1922 en
Azinhaga, Ribatejo, a 100 kilómetros de Lisboa.
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