Charles Dickens
Charles John Huffam Dickens nació en Portsmouth, Inglaterra, el 7 de
febrero de 1812, en una familia humilde. Escritor británico, hijo de John
Dickens, oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de
Portsmouth, y de Elizabeth Barrow.
En 1822, su familia se mudó de Kent a Londres, y luego de dos años su
padre fue encarcelado por deudas. El pequeño Dickens comenzó a trabajar en una
fábrica de calzados, lugar en el que conoció las duras, a veces inhumanas, condiciones
en las que vivían las clases más humildes, esto posteriormente denunciaría en gran
parte de su obra. Pasó la mayor parte de su infancia en Londres y Kent, lugares
frecuentes en los que se desarrollan sus obras.
Autodidacta, excluyendo los dos años y medio que pasó en una escuela
privada, en 1827 consiguió empleo como pasante de abogado, pero desde entonces
ya aspiraba ser dramaturgo y periodista. Aprendió taquigrafía y, poco a poco,
consiguió ganarse la vida escribiendo; posteriormente trabajaría como
periodista del parlamentario, sin embargo comenzó redactando crónicas de
tribunales; trabajó como reportero con su tío en una publicación, “The Mirror
of Parlament”, además para el periódico liberal “The Morning Chronicle”. En diciembre
de 1833, publicó, bajo el seudónimo de Boz,
lo que sería la primera de una serie de originales descripciones de la vida
cotidiana de Londres en “The Monthly Magazine”, esta revista la editaba su
amigo George Hogarth. Un editor le encargó un nuevo volumen de sus textos, que
debían acompañar a las ilustraciones del famoso artista George Cruikshank. Así
fue como bajo su seudónimo publicó el libro titulado “Los apuntes de Boz”, en 1836.
Gracias al éxito obtenido con el libro, ese mismo año, contrajo
matrimonio con Catherine Hogarth, hija del director de “The Morning Chronicle”,
además le lleno de ánimo para realizar una colaboración semejante, pero con el
artista Robert Seymour. Cuando Seymour se suicidó en 1836, Dickens buscó a otro
artista, H. K. Browne, apodado Phiz, quien posteriormente elaboraría muchas de
las ilustraciones de los últimos trabajos del escritor británico. El resultado
de esta colaboración fue “Papeles póstumos del club Pickwick” (1836-1837),
difundo en folletines por el periódico “The Morning Chronicle”, el mismo que
publicaría las obras posteriores “Oliver Twist” y “Nicholas Nickleby”. La
publicación de casi todas sus novelas por entregas haría crear una relación
indirecta y especial con su público, sobre el cual tuvo una significativa
influencia, debido a que en sus novelas se pronunció criticando los problemas
de su época.
Durante estos años, evolucionó su escritura desde un estilo ligero a
la actitud socialmente comprometida de “Oliver Twist”, publicado de 1837 a 1839.
Estas primeras novelas brindarían a Dickens un inmenso éxito popular y le
dieron cierto renombre entre las clases altas y cultas, por lo que fue recibido
con grandes honores en Estados Unidos, en 1842; sin embargo, al llegar vio el
engaño que era la sociedad estadounidense, al percibirse en ella todos los
vicios del Viejo Mundo. Entonces escribió el primero de sus dos libros de
viajes, “Notas americanas”, publicado en 1842 y la novela “Martin Chuzzlewit” (1843-1844).
Sus críticas, reflejadas en estos dos textos, indignaron en Estados Unidos,
además la novela supuso el fracaso más notable de su carrera en el Reino Unido.
Sin embargo, tras la publicación en 1843 de “Cuento de Navidad”, recuperó el afecto
y favor de su público.
Editó este seminario durante nueva años (1850-1859), además editó el
seminario “All the Year Round” durante los años de 1859 a 1870.
A pesar de los diez hijos que tuvo durante su
matrimonio, las crecientes dificultades provocadas por las relaciones
extramatrimoniales de Dickens llevaron finalmente al divorcio que se produjo en
1858, se dice que debido a su pasión por una joven actriz, Ellen Ternan, que
debió de ser su amante. Para evitar y defenderse del escándalo social, Dickens
debió realizar una declaración pública en el periódico. En 1858 emprendió un
viaje por el Reino Unido e Irlanda, donde leyó públicamente fragmentos de su
obra. Tras adquirir la casa donde había vivido su infancia, Gad’s Hill Place,
en 1856, la convirtió en su residencia permanente.
El 9 de junio de 1865, mientras regresaba de Francia
para ver a Ellen Ternan, Dickens sufrió un accidente, el famoso choque
ferroviario de Staplehurst, en el cual los siete primeros vagones del tren
cayeron de un puente que estaba siendo reparado, por suerte para el escritor, el
único vagón de primera clase que no cayó fue aquel donde se encontraba él.
Inició una gira, en 1867, por Estados Unidos, acto que
confirmó su reconocimiento y notoriedad mundial, en esta fue aplaudido luego de
largas y agotadoras conferencias en las que entusiasmó al público con las
lecturas de su obra e incluso llegó a ser recibido por la reina Victoria I.
En 1869 Dickens aceptó presidir el Birmingham and
Midland Institute, convirtiéndose así en su decimosexto presidente. Las
secuelas del ya citado accidente de ferrocarril afectaron su ya quebrantada
salud.
Charles Dickens duerme el sueño eterno desde el 9 de
junio de 1870, tras sufrir una apoplejía, su cuerpo fue enterrado cinco días
más tarde en la abadía de Westminster.
Fue un hombre que luchó por ayudar a los menos
favorecidos, administró asociaciones caritativas y luchó porque se llevaran a
cabo reformas sociales. No podemos hablar de su vida personal, pero lo que fue
su obra, podemos decir que es única y magnífica, siendo así uno de los
personajes más representativos del siglo XIX y de los más importantes en la
historia de la literatura.
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