La sociología de la literatura es un método de estudio de las obras
literarias, aquellos que analizan las obras en busca de una clave
interpretativa que está más allá de la lingüística del texto. En resumen, establece
conclusiones basadas en la consideración de la literatura como una realidad, un
fenómeno o una institución social; relacionando las obras literarias con sus
autores, la sociedad y el momento histórico en que son escritas, además de la
orientación política que las inspira.
Existe una gran variedad de relaciones que se pueden establecer entre la
literatura y la sociedad. Sin embargo, en esencia se resumen a dos: el análisis
pretende describir y conocer detalles de la sociedad utilizando el texto
literario como base, en última término, en las posibles relaciones entre las
estructuras literarias y las sociales. Generalmente, la anterior línea se asigna
filosóficamente al marxismo.
Para la sociología de la literatura, el autor de las obras es un
integrante más de su grupo, y su escritura es la manera en que se expresa; a la
vez, el escritor posee una lucidez, consciente o no, que lo hace plasmar en el
texto, de manera crítica, su axiología.
Existen tantos puntos de vista que las correspondientes formas
literarias también deben cambiar. Por ejemplo, la novela es la manera como los
escritores expresan, directa o indirectamente, una crítica al mundo de su
época, narrando la concepción de la vida; la tragedia y la epopeya. Las formas
de la literatura son variantes porque la axiología de los seres humanos también
lo es, depende de su inscripción en una cultura y una época determinadas.
El sociólogo de la literatura trabaja en sacar a la luz las conexiones
existentes entre la vida y las obras literarias. Primero Lukács, luego
Goldmann, inspirado por los escritos del primero, y posteriormente Bajtín, han escrito
acerca de la teoría de la relación literatura-cultura. Los tres encontraron algo
en común, que al variar las relaciones hombre-destino-mundo,
las tomas de posición del hombre también se modifican. Lukács sostiene que “la
poesía representa las conexiones últimas entre el hombre, el destino y el
mundo, y sin duda ha nacido de la correspondiente profunda toma de posición,
aunque a menudo no se sabe nada de su origen”.
Todo acontecimiento literario trae implícito la presencia de
escritores, libros y lectores o, de una manera general, creadores, obras y un
público. Constituye un círculo de intercambios que, mediante una técnica u
objeto se transmite, en este caso el arte, la técnica y el comercio, son los
que unen a unos individuos a una colectividad más o menos anónima y limitada.
Un pequeño ejemplo: “originariamente, no se «hacía», sino que se
«tenía» literatura. Es la señal de pertenecer a la categoría de los «letrados».
Para un contemporáneo de Voltaire, la «literatura» se opone al «público»,
doblete de pueblo. Se trata de una aristocracia de la cultura y, en la medida
en que este hecho es un hecho social, el problema de las relaciones entre
literatura y sociedad no es planteado conscientemente”.
Existe un método de estudio, que aunque originalmente no es sinónimo
de la sociología de la literatura, ha terminado siendo similar y semejante; la
sociocrítica. Ésta, en términos de wikipedia, se interesa por la procedencia y
condición social de los autores, así como por sus ideas políticas y sociales
como ciudadanos y su grado de integración en el proceso social; se interesa
también por el grado de dependencia de los escritores respecto de la clase
dominadora o las fuentes económicas que le permitían subsistir, y la necesidad
de trazar una historia del autor en la sociedad.
El estudio que realizan los sociocríticos acerca de la base económica
de la literatura y de la condición social del escritor está vinculado con el
conocimiento del público al que se dirige y del cual depende económicamente.
También se estudia el papel que desempeñan las instituciones sociales y
asociaciones tales como el salón, el café, el colegio y la universidad, y, claro
está, el papel del Estado, que es de gran importancia al ser uno de los
cimientos de los estudios de la sociología o lo que esté relacionado con la
misma. Además éste consigue intervenir en la fomentación o en la prohibición de
la lectura, su control usando la censura o quema de libros.
Los estudios acobijados bajo el nombre de “Sociología de la Literatura”,
parten de la idea de que la vida del humano es fundamental para lograr comprender
y explicar la literatura, principalmente sus obras. En conclusión, los métodos
sociológicos inscriben a todas las artes, incluyendo a la literatura, en el
ámbito de la cultura.
Hemos
llegado a fiarnos de nuestros análisis y de nuestra mente, y ésta es sin duda la
base del futuro, el motor más eficaz de las investigaciones de la sociología
literaria; la necesidad de una política del libro
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