“El humor no es un don del espíritu, sino del corazón.” Ludwig Börne
El humor se considera como partícipe en la literatura casi desde los primeros textos escritos. Pero oficialmente aparece como un producto posterior a las obras clásicas y a los géneros literarios, como una reacción creativa para “salirse de las márgenes” y dar una visión distinta a la existente. Además, cabe resaltar que hay obras clásicas que son sátiras de la realidad del autor.
El humor siempre ha sido un arma del hombre; usada para combatir los infortunios de la vida y reírse de ellos e incluso de sus propias desgracias. Ver la vida con humor supone una filosofía no de la renuncia sino del optimismo. Advirtiendo sobre el carácter desafiante del humor, alguien dijo: “Cuando al tirano se le puede llamar tirano el humor deja de ser necesario”, sin embargo el humor, sin importar lo que suceda, es esencial para vivir de una buena forma: alegre, tranquila, optimista, etc. La risa es la mejor terapia y su compañera, la burla es la inteligente arma a la que ni los ejércitos más poderosos han podido vencer.
“El ser humano solamente tiene un arma efectiva: la risa.” Mark Twain
La vida del humor va desde el folclor de cada pueblo (coplas, refranes, dichos, etc.) hasta las obras de autores clásicos y contemporáneos, además de los blogs actuales de Internet y los espacios donde cada quien expresa su sentir con un ingenio propio, demostrando que la risa comienza en la realidad. Sin embargo, el desafío del humor no lo es solo desde el punto de vista de los temas que aborda sino también en la forma en que lo hace. Artistas de todos los tiempos han empleado el humor para parodiar y combatir a los gobernantes, describiendo la realidad de una manera cómica.
Construir un texto irreverente, irónico, cínico, satírico, sarcástico o burlesco no es simple, ni mucho menos se trata de improvisar, por el contrario, éste responde a técnicas y procedimientos literarios que pueden ser estudiados y dominados, para lograr una comunicación más efectiva.
“La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.” Friedrich Nietzsche
La heterodoxia de la Real Academia Española admite actualmente como humorístico el género que enjuicia la realidad resaltando el lado risueño o ridículo de las cosas. Y en esas palabras caben, desde las comedias aristofanescas hasta las más poéticas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
Algunos ejemplos por cada movimiento literario son:
La antigüedad - Homero y la parodia de sus propias epopeyas: “La Batracomiomaquia”. En la comedia griega destacan Aristófanes y Menandro, mientras que la comedia romana ofreció a Plauto, Terencio, Horacio y Marcial, estos dos últimos usando el género que quisieron ver como propio, la sátira.
Edad media – Fueron muy importantes las fábulas y los apólogos, además de los refranes y la llamada “literatura tradicional”. Todas estas recopiladas por los nobles.
El renacimiento – “La divina comedia” de Dante Alighieri, “Decameron” de Giovanni Boccaccio, François Rabelais, en su obra “Gargantúa y Pantagruel” en la que consolaba a los enfermos en sus días de aflicción y que tomaba el humor como algo curativo en sí mismo; las misceláneas de Luis Zapata o la “Silva de varia lección” de Pero Mexía; el humor usado como amargo contraste en “La Celestina” de Fernando de Rojas, con esta obra nacen las llamadas tragicomedias. Usado muy a menudo en la novela picaresca, especialmente en su máximo exponente “Lazarillo de Tormes”.
Barroco – Aquí aparece la obra maestra del humor “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes, también las comedias de Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca; Francisco de Quevedo y sus juegos de ingenio, sus epigramas y sátiras. En Inglaterra William Shakespeare y Ben Jonson escribieron excelentes comedias, tragicomedias y sátiras.
Siglo XVIII - Voltaire destacó por el uso del humor irónico, Jonathan Swift por su humor negro, En España destacan Diego de Torres y Villarroel, León de Arroyal y el médico Manuel Casal. Son también famosas las fábulas o las amplias sátiras en verso. Además Lawrence Sterne sobresale por su originalidad, con su obra “Tristram Shandy”.
Siglo XIX – Escritores como Charles Dickens, Mark Twain, Ambrose Bierce y Óscar Wilde. A través de la prensa y la sátira política aparece la obra de Juan Martínez Villergas, las “Fábulas” de Juan Eugenio Hartzenbusch, las revistas de humor creadas por Wenceslao Ayguals de Izco y la obra poética, principalmente de sátira política, de Miguel Agustín Príncipe. El humor finamente irónico de la novela realista de Juan Valera, además artículos satíricos de Leopoldo Alas y otros autores integrantes del conocido Bilis club.
Siglo XX - El humor gráfico y el humor cinematográfico; se desarrolla la viñeta de humor o chiste gráfico a través de los periódicos y se difunden revistas de historietas. Aristas como Tom Sharpe, Jerome K. Jerome, Gerald Durrell, Evelyn Waugh, P. G. Wodehouse, David Lodge, Gilbert Keith Chesterton, y Terry Pratchett (Inglaterra); Cecil Saint-Laurent y Pierre Daninos (Francia); Giovanni Guareschi, Pitigrilli y Darío Fo (Italia); Álvarez Quintero, Carlos Arniches, Pedro Muñoz Seca, creador de la fórmula teatral astracanada, Wenceslao Fernández Flórez y el creador de la greguería, Ramón Gómez de la Serna (España); Paco Poblet, autor de la novela satírica “Viuda de Adán e Hijos”, Conrado Nalé Roxlo, Roberto Fontanarrosa y Joaquín Lavado (Argentina); Alfredo Bryce Echenique (Perú); y ocasionalmente Julio Cortázar con “Historias de cronopios y de famas” o en cuentos como “No se culpe a nadie”.
“A fin de cuentas, todo es un chiste.” Charles Chaplin
excelente amigo, me distes buenas ideas y reforzastes otras
ResponderEliminarsaludos!!
hola
ResponderEliminarme sirvio
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