Más Allá De Las Letras

Más allá de las letras se encuentra la fantasía de la realidad...

Eres el Visitante

27 de mayo de 2013

Libro recomendado de la semana...

La señora Dalloway
“La señora Dalloway” es la cuarta novela de la escritora londinense Virginia Woolf, publicada el 14 de mayo de 1925. Construida con base en dos pequeñas historias que Woolf había escrito previamente, “La señora Dalloway en Bond Street” y su incompleto “El Primer Ministro”. Esta narración ha brindado un amplio campo de temas, desde el colonialismo (con Peter Walsh), el comercialismo y la medicina, hasta el feminismo, la bisexualidad (Sally Seton), y la política. La señora Dalloway continúa considerándose una de las obras cumbres del siglo XX.
La novela relata las vivencias de Clarissa Dalloway un sólo día de Junio en Inglaterra, después de la “Gran guerra”. Woolf maneja el tiempo de una forma única, moviéndose hacia atrás y adelante en el tiempo, y dentro y fuera de la mente de varios personajes, construyendo así una imagen completa, no solo de la señora Dalloway, sino de la sociedad en un periodo de entre guerras.
La historia se preocupa de numerosos temas. Pero ciertamente trata el feminismo y la locura, tan notables en los personajes de Clarissa Dalloway y Septimus Warren Smith. Clarissa es la típica mujer de los años de guerras, el “ángel de la casa”, además de personificar la represión sexual y económica. Por otro lado, Septimus representa al héroe de guerra traumatizado, ejecuta sus pensamientos detalladamente, pero vinculado con la locura y la depresión.
La autora se ha convertido en cada uno de sus personajes, en el caso de Septimus, se habla de las peleas con la depresión maniaca (Woolf alguna vez intentó lanzarse por una ventana como Smith finalmente lo hace).
El libro inicia con la oración, “La señora Dalloway dijo que ella misma compraría las flores”. Este es el evento actual, lo que sigue, es un juego con el tiempo y las mentes de los personajes. Por ejemplo, se relata el pasado de Clarissa Dalloway, sus memorias vigentes de Bourton donde pasó su adolescencia, muchos años atrás, antes de ser la señora Dalloway. Sus recuerdos de esos tiempos la llevan a pensar en Peter Walsh; recuerda algunas sus frases “¿Reflexionando entre los vegetales?”, o algo así, no consigue ser exacta. Pero también piensa que será de él en el presente: “Estaría de vuelta de la India uno de esos días, Junio o Julio, olvidó cuál” (2 o 3). Sin embargo, unas líneas más adelante, Clarissa se encuentra en la calle, esperando que pase la furgoneta de Durtnall para poder cruzar el camino e ir a comprar las flores.
En estas “líneas de inauguración” el lector notará la relación tan fuerte entre el pasado y el presente. Pero también entenderá que el pasado no es sólo un antecedente, porque poco a poco va haciendo parte del presente, gracias a la virtud de las asociaciones de Clarissa.
La historia general se basa en memorias, sin embargo, todo transcurre durante un solo día en el mes de Junio, a excepción de los flashbacks. El recurso principal que maneja Woolf, es el fluir de la consciencia, es decir, detallar y seguir cada escena a través de los pensamientos de un personaje. En repetidas ocasiones, en una misma escena se presentan diferentes puntos de vista, exponiendo los monólogos interiores de una manera intercalada, como sucede cuando varios personajes se encuentran en la misma plaza, sin conocerse entre sí, reflexionan el uno del otro. Al pasar de las páginas, Virginia Woolf pasa del discurso directo al indirecto alternando la narración con descripciones y comentarios de un narrador omnisciente, diferentes puntos de vista de distintos personajes, sumado a esto están los monólogos interiores anteriormente descritos. A pesar de esto la novela tiene su punto de foco en Clarissa Dalloway y en Septimus Warren Smith.
Durante la fiesta de la señora Dalloway, ésta se entera del suicidio de Septimus del que nunca había oído hablar. Al principio se horroriza que dicho tema tenga lugar en una fiesta, pero luego, poco a poco, comienza a admirar el acto de ya mencionado extraño, considerándolo como un esfuerzo para preservar la pureza de la felicidad. Como dato curioso, la idea original que Virginia Woolf tenía para este momento era hacer que Clarissa se suicide durante la fiesta.

“La señora Dalloway” explora nuevos terrenos, abarcándolos de una manera estructuralmente similar a la que usa James Joyce en “Ulises”, y busca exponer un aspecto diferente de la experiencia humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario